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Historial

Nació en Alemania, en una ciudad donde el eco de las
guerras pasadas aún retumbaba en las paredes silenciosas
del campo militar. Desde pequeño fue criado en el entorno
de la FAAIT, no como un niño, sino como un arma en
construcción. Su madre desapareció antes de que pudiera
hablar, y su padre… era el comandante de escuadrón más
temido y respetado de la fuerza alemana: un hombre que no
creía en la debilidad, ni en las segundas oportunidades.

Asch aprendió desde la infancia que el respeto no se gana

con obediencia, sino con poder. Y no tardó en destacar. No por
su disciplina, sino por su naturaleza desafiante, por su
capacidad de romper límites físicos y tácticos que nadie en su
unidad era capaz de entender. Cada combate que libraba era
una danza de destrucción, velocidad y caos.

 

A los 17, fue seleccionado para un programa clasificado: el
Proyecto Perros de Caza. Una unidad secreta creada para contener
amenazas superiores a las humanas, soldados con pactos sellados
con entidades que el mundo no debía conocer. El suyo fue con Erebus,
una fuerza entrópica tan inestable como poderosa. No obtuvo fuerza inmortal ni magia divina. Obtuvo algo más peligroso: la capacidad de descomponer todo lo que lo rodea, incluyendo a sí mismo.

Su cuerpo fue modificado, su entrenamiento llevado más allá de los límites humanos, y su mente atada a un principio simple: aniquilar todo lo que amenace el equilibrio, incluso si eso le cuesta la vida. Su apodo en el programa pasó a ser “Krein”, símbolo de ruptura y colapso.

Sin embargo, el proyecto nunca fue revelado. La FAAIT cayó en manos del caos y, al perder su base frente a los Immortels, las cápsulas de suspensión donde estaban los Perros de Caza entraron en fallo. Asch fue activado prematuramente, con su collar inhibidor aún sellando su pacto, lanzado a un mundo en guerra sin explicación ni comando.

Ahora está en Noxis, reinsertado como un agente secreto dentro de la FAAIT, cuya existencia solo conocen la Coronel y su Intercomunicadora personal. No hay registros. No hay historia oficial. Solo rumores de un espectro de guerra que aparece donde el conflicto es inevitable.

Asch quiere unirse al escuadrón directo de la Coronel, no por ambición, sino porque fue su padre quien lo entrenó siendo más joven, quien lo moldeó, y quien le prometió que solo si superaba la sombra de todos… tendría el derecho a mirar hacia la luz.

Hoy, Krein avanza sin temor, movido por una convicción inquebrantable:
destruir a los demonios, quebrar a los inmortales y demostrar que el arma más letal jamás creada… fue él.

 

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